martes, 5 de marzo de 2019

OJO DE POST CONFLICTO


                   
                                             COLOMBIA SALIENDO DE LA TORMENTA


A punto de cumplir tres años de la firma del Acuerdo de Paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC la implementación de los acuerdos resaltan un imaginario nacional que no se ha visto dirimido en un conflicto armado interno de 55 años que involucra más actores y variables que las que se vislumbraban previamente a la celebración de éstos. La firma del acuerdo final de paz el 26 de septiembre de 2016 sentó un precedente en la historia y posterior a esto una evolución de las amenazas internas, estructuras al margen de la ley que fueron mutando para configurar un nuevo escenario en Colombia. 
El atentado perpetrado en la Escuela General Santander revivió el fantasma del terrorismo descrito en el tercer comité de la cuarta conferencia Internacional celebrada en Paris en 1931 la cual calificaba de terroristas a ‘‘cualquiera con el propósito de aterrorizar a la población o que utilizara contra personas o bienes; bombas, minas, explosivos, productos incendiarios, armas de fuego, o cualquier otro instrumento de destrucción, o causare o intentare propagar cualquier tipo de enfermedad epidémica, epizootia, o cualquier otra calamidad que interrumpiera los servicios públicos  o de publica utilidad... »  (Entente Internacional parís 1931)
El terrorismo es muy propio aunque no exclusivo de las guerras asimétricas e irregulares, el ELN ha venido mostrando una estrategia delictiva con el fin de recurrir al terrorismo para demostrar su capacidad de desestabilización presionando al gobierno y sobre todo a la opinión pública demostrando sus capacidades en un escenario de guerra de quinta generación direccionada a un ámbito política, mediática y civil.
Por otra parte, otros actores desestabilizadores que siguen manteniendo agendas delictivas como los Pelusos, Puntilleros, Clan del Golfo, Grupos armados Residuales entre otros nacionales e internacionales que confluyen a partir de economías ilícitas manteniendo relación en áreas criticas donde la presencia del Estado es parcial o nula se involucran con poblaciones desafectas que alimentan los diferentes factores de inestabilidad para consolidar una verdadera paz en territorio nacional.
La Delincuencia transnacional que afecta territorio nacional alimentando variables como el narcotráfico, tráfico de armas y otras que dificultan que se mantenga un escenario de posconflicto en un escenario donde las amenazas cada vez más mutan y se invisibilizan, los exintegrantes Farc después de un proceso arduo de negociación salieron de los espacios territoriales de capacitación y reincorporación como reservas estratégicas ante el incumplimiento de los acuerdos que según estos perjudicaban su agenda de toma de poder en un ámbito jurídico y político invisibilizándose pero manteniendo corredores estratégicos que los ayudan a reforzarse por lo anterior para comprender la coyuntura del posacuerdo es necesario tener en cuenta que tras la rúbrica existen una serie de entidades y gobiernos que se encargan de verificar y controlar el cumplimiento del pacto firmado. Estas organizaciones han hecho acompañamientos a las decisiones que el gobierno nacional ha tomado en el proceso de construcción de paz, e incluso, han sido instrumentos de desarrollo económico del convenio.
La construcción de paz positiva y amplia en el territorio implica un desafío muy grande en el cumplimiento de los acuerdos, pues existe una gran brecha entre el desarrollo urbano y el desarrollo rural del país. Esto genera que las comunidades rurales queden de lado, sin disfrutar de los beneficios que propone la construcción de paz. El manejo de los recursos es otro reto principal en la construcción. Para el desarrollo de la paz se crearon cinco fondos que se encargan de financiar los proyectos de desarrollo contemplados en los Acuerdos; entre los más importantes se encuentra el “Fondo Colombia en Paz”.